La administración de Donald Trump ha revocado 85,000 visas desde enero de 2023, más del doble que el año anterior, como parte de sus esfuerzos por endurecer las políticas de inmigración en los Estados Unidos.
Este incremento en las revocaciones de visas podría tener consecuencias significativas para la comunidad internacional, afectando la percepción de los Estados Unidos como un destino accesible para estudiantes y profesionales. Además, refleja una tendencia más amplia hacia políticas de inmigración más restrictivas que podrían impactar las relaciones diplomáticas y económicas.