El descubrimiento de Homo georgicus, considerado una forma arcaica de Homo erectus, revela que esta especie fue posiblemente el primer viajero humano que salió de África, ampliando nuestra comprensión de la migración humana.
Este descubrimiento es esencial para entender la evolución humana y sus migraciones, ya que plantea nuevas preguntas sobre la adaptación y la supervivencia de Homo erectus en entornos fuera de África. Además, enriquece el campo de la paleoantropología al ofrecer evidencia de la complejidad del viaje humano a través de la historia.