La Administración de Donald Trump incrementa la presión sobre Daniel Ortega y Rosario Murillo, copresidentes de Nicaragua y aliados de Nicolás Maduro, en medio de la crisis en Venezuela.
Este aumento en la presión sobre Nicaragua subraya cómo las dinámicas de poder en América Latina están interconectadas, con implicaciones que podrían afectar la estabilidad regional y las relaciones internacionales. La respuesta de Ortega y Murillo podría influir en el futuro de la política en Nicaragua y su alineación con Venezuela.