Denny Hamlin y Michael Jordan están en medio de un juicio antimonopolio contra NASCAR, donde Hamlin expresó su frustración durante el segundo día de testimonios, destacando la tensión entre competidores y la organización.
Este juicio es significativo porque podría cambiar la estructura competitiva de NASCAR, afectando a todos los equipos de carreras y potencialmente transformando el mercado del automovilismo en Estados Unidos. Las implicaciones de este caso podrían extenderse más allá de NASCAR, impactando la forma en que se manejan otros deportes y ligas en términos de competencia y regulación.